domingo, 20 de noviembre de 2016

El TITANIC

El TITANIC




El
TITANIC

 

Todos
conocemos la historia. El Titanic, un trasatlántico de pasajeros británico,
chocó contra un iceberg cerca de Terranova en la noche del 14-15 de Abril de
1912 y se hundió. Fue una tragedia de grandes proporciones.

¡Qué barco
tan espléndido! Todo lo que un constructor naval podía imaginar le fue
incorporado. Era hermoso, magnífico, TITÁNICO.

Se hizo a
la mar en Liverpool, Inglaterra, una mañana serena de Abril. Destellando contra
el cielo, era majestuoso. El orgullo de Bretaña se deslizó hacia la mar. Nueva
York era su próximo puerto.

Sus
pasajeros eran personas importantes de la sociedad y ellos tomaban el sol en el
esplendor de su lujo. Elegancia, era la palabra que describía el interior del
Titanic. Fastuoso en su decorado, menú y entretención, sobrepasaba las más
elevadas expectativas de sus pasajeros.

Habiendo
recorrido tres cuartas partes de su viaje inaugural, cerca de las heladas
costas de Terranova, el Titanic se transformó en una catastrófica pesadilla. Un
gran iceberg que se había desprendido de los campos de hielo polares, se
desplazaba hacia la ruta oceánica del Atlántico del Norte, destinado a tener un
encuentro con el fabuloso Titanic.

En el
lapso de dos horas, antes del amanecer del 15 de Abril de 1912, el Titanic que
supuestamente no podía ser hundido, se fue a pique en las heladas aguas,
llevando consigo a más de 1500 almas (incluso a la mayoría de la tripulación),
y todos sus tesoros.

En 1898,
14 años antes de que el Titanic hiciera su viaje inaugural, Morgan Robertson
publicó un libro de ficción titulado FUTILITY:
The Wreck of the Titan
(Futilidad, El Naufragio del Titán). Esta era la
historia de un gran trasatlántico que no podía hundirse, y que, tal como el
Titanic, estaba cruzando el Océano Atlántico (navegando desde América a
Inglaterra) en el mismo mes de Abril, con 3000 personas a bordo. Tratando de
cruzar el Atlántico en tiempo record, chocó con un iceberg (cerca de
medianoche) y se hundió. No solo los nombres eran similares, sino también
perecieron la mayoría de los que estaban a bordo, simplemente porque no había
suficientes botes salvavidas (hubo solamente 13 sobrevivientes).

Pero lo
más notable es que la historia del Titanic tiene increíbles paralelos con el
plan de salvación de la Biblia, como lo ilustran los siguientes puntos:

  1. “Ni siquiera Dios podrá
    hundir el Titanic” era la fanfarronería de quienes pusieron su confianza
    en un barco construido por hombres. También hoy tenemos la fatal tendencia
    de ser excesivamente orgullosos de nuestros propios recursos.

“Antes del quebrantamiento es la
soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu” (Proverbios 16:18).

  1. Aunque el Titanic chocó con
    un iceberg, la tripulación y los pasajeros confiaban en que ese “pequeño”
    iceberg no podía hacer mucho daño. Nosotros también nos engañamos pensando
    que el pecado es poca cosa y que no tiene consecuencias.

“No os engañéis; Dios no puede ser
burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas
6:7).

  1. Después de descubrir al
    Titanic hundido bajo el agua, los expertos marítimos han sugerido que el
    acero estructural usado en ese entonces en las planchas del Titanic se
    volvía quebradizo a bajas temperaturas y que puede haberse fracturado al
    topar con el iceberg. De modo que hubo un importante defecto en la
    fabricación del acero. Debió haberse hecho más flexible, menos quebradizo,
    para que cediera y se doblase en vez de quebrarse. Se ha dicho que el Arca
    fue hecho por aficionados y que el Titanic fue hecho por expertos. La
    diferencia está en que los aficionados fueron guiados por Dios y los
    expertos cometieron un error fatal. Cientos de personas pusieron su
    confianza en la genial ingeniería y producción de los hombres.

“Así ha dicho Jehová: Maldito el
varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se
aparta de Jehová…Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es
Jehová” (Jeremías 17:5,7).

  1. Investigaciones oficiales han
    determinado que el Titanic estaba navegando demasiado rápido considerando
    las heladas condiciones. La velocidad excesiva parecía ser razonable.
    Ellos querían llegar en corto tiempo y creían que el barco era invencible.

“Hay camino que al hombre le
parece derecho: pero su fin su camino de muerte” (Proverbios 14:12).

  1. Este drama en el mar ilustra
    la incertidumbre de la vida y nuestra necesidad de estar preparados para
    comparecer ante nuestro Hacedor y Juez. Cuando cientos de personas muy
    acomodadas abordaron el Titanic, una muerte inminente era un pensamiento
    que ni siquiera se contemplaba. Nunca sabemos cuando Dios nos llamará para
    pasar del tiempo a la eternidad.

“Y diré a mi alma: Alma mía,
muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe,
regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo
que has provisto, ¿de quién será?” (Lucas 12:19-20).

  1. Tal como el gran barco de
    placeres chocó contra un iceberg y se hundió, así también este gran mundo-
    con todos sus habitantes- se está hundiendo lentamente en la fría prisión
    de la muerte.

“Y de la manera que está
establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el
juicio….Porque la paga del pecado es muerte” (Hebreos 9:27 y Romanos 6:23).
  1. Uno de los problemas que provocó
    tanta pérdida de vida, es que el Titanic estaba mal equipado para enfrentar
    un desastre como ese. No había suficientes botes salvavidas para todas las
    personas que iban a bordo. Sólo había lugar para que unos pocos se
    salvaran. Cuando se trata de la salvación de hombres pecadores, hay UN
    SOLO BOTE SALVAVIDAS, que es nada menos que nuestro Salvador, el Señor
    Jesucristo. El salvavidas de Dios, muy al contrario de los pequeños botes
    salvavidas del Titanic, tiene amplio espacio para todos los que se dan
    cuenta del gran peligro en que se encuentran y que ponen su confianza en el
    único Salvador que Dios ha provisto y en lo que ÉL ha hecho por ellos en
    la cruz. Los que rechazan el único Salvavidas de Dios, perecerán.

“Yo, yo Jehová, y fuera de mi no hay quien
salve…Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
(Isaías 43:11 y Juan 3:16).

“Y este es el testimonio: que Dios nos ha
dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la
vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:11-12).

Amigo, al
transitar por los senderos de la vida, es posible que sepas con seguridad que
llegarás a salvo a los umbrales de la eternidad. La decisión que tomes ahora, determinará tu destino futuro. Dios ha provisto para ti un SALVAVIDAS perfecto. Si
te podemos ser de alguna ayuda espiritual, rogamos contactarnos.



[Este artículo ha sido adaptado de dos tratados evangelísticos 1) The Titanic Encounter, de George Genes; 2) Titanic
Tragedy
de Eric Hollander. Ambos han sido usados con permiso]




Estos Estudios Bíblicos son publicados por Middletown Bible Church, 349
East Street, Middletown, Connecticut 06457 (U.S.A.). Nuestro número
telefónico es (860) 346-0907 ocontáctenos por E-mail
.
Al realizar estos estudios, recomendamos utilizar la Biblia Reina
Valera versión 1960 para evitar confusiones. Es nuestro deseo que estos
estudios de la Palabra de Dios sean de ayuda para guiarlo hacia el único
Dios verdadero y hacia Su Hijo, el Señor Jesucristo. Esperamos que
usted lo pueda conocer a ÉL de una forma personal. Esperamos que usted
sea animado a crecer en la gracia y en el conocimiento de ÉL! 1 Pedro
2:2; 2 Pedro 3:18.

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