lunes, 21 de noviembre de 2016

Democracia en Atenas - Historia o leyenda

Democracia en Atenas - Historia o leyenda

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Democracia en Atenas 6




El legado que nos han dejado culturas como la griega y la romana todavía es visible en nuestros días.
No sólo me refiero a los monumentos más conocidos y los continuos
hallazgos arqueológicos que aparecen por toda Europa. Me refiero a
aspectos actuales como el sentido de urbanidad, el idioma, leyes, estructuras civiles, etc. Pero por norma general de la que occidente se siente más orgulloso es de nuestra forma de gobierno: la democracia.
¿Pero es realmente una democracia la sociedad en la que vivimos? ¿Qué
diferencia existe entre la democracia ateniense y la actual, si es que
la hay? Hoy en Historia o leyenda vamos a conocer la primera democracia
un poco más a fondo.



Atenas siempre se consideró así misma
como el faro de Grecia en todos los aspectos. El comercio, la cultura,
el poderío naval y por supuesto la política. Pero como podéis imaginar
la democracia no brotó del suelo como si fuera un regalo de la mismísima
Atenea, la política ateniense pasó por muchos estados y altibajos hasta
transformarse en democracia.



La Atenas arcaica tenía una monarquía, que terminó convirtiéndose en una oligarquía
dirigida por la clase más noble y rica.  En ésta época la sociedad
estaba dividida en cuatro tribus, sólo los pertenecientes o
descendientes de éstas tribus eran considerados ciudadanos, por lo
tanto, éstos privilegiados eran los únicos que podían participar de la
vida política.



Las leyes eran claramente favorables a
la clase noble, produciendo mucha desigualdad no solamente en la clase
social sino en el equilibrio económico también. Tanto era así que no
pocos ciudadanos nacidos libres terminaban endeudándose tanto que
perdían su propia libertad y terminaban en la esclavitud.



Podemos decir que el primer paso en serio hacia la democracia lo dio Solón. Durante su mandato como Arconte, Solón cambió las leyes de la ciudad del Ática igualando un poco más los derechos entre la clase noble y el pueblo llano.


Ilustración que representa la asamblea ateniense.
Ilustración que representa la asamblea ateniense.
Realizó reformas tan importantes como prohibir que en los préstamos el aval fuera la propia libertad del endeudado. También permitió que el pueblo tuviera la oportunidad de apelar ante el tribunal de la ciudad.


Fue creador de la famosa boule, un consejo formado por cuatrocientos miembros que representaban las cuatro tribus de Atenas,
cada una aportaba cien miembros al grupo. Y aunque los puestos
importantes como el de Arconte, se reservaba a la clase noble, también
permitió que cualquier ciudadano pudiera intervenir en la asamblea y
tribunales.



Parece que Solón quedó contento con el
resultado, aunque el camino acababa de empezar. De sus propias palabras
podemos sacarlo en claro:



Al pueblo le di toda la parte que
le era debida, sin privarle del honor ni exagerar su estima. Y de los
que tenían poder y destacar por ricos, también de estos me cuide que no
sufrieran afrentas. En asuntos tan grandes es difícil contentar a todos
”.



Pero se podía llegar más allá, y fue Clístenes
quien ahondó en el concepto del gobierno del pueblo. Y esto lo hizo
haciendo una nueva repartición del censo, es decir, cambió la
conformación de las tribus dividiendo las cuatro existentes en diez.
Con la diferencia de que esta división se hizo en función territorial y
no basada en lazos de sangre. Con esto se conseguía que los intereses
de la zona en la que vivían primaran sobre los intereses familiares o
del clan.



Cada clan a su vez se dividió en otras
tres zonas delimitadas por la geografía (costa, urbana y central), que a
su vez tenía otra subdivisión llamada demos. Para poder gestionar este nuevo censo la boule aumentó hasta quinientos miembros, esta vez con cincuenta representantes por cada distrito.



Pero siempre existía la posibilidad de
que un personaje con carisma copara las instituciones y se convirtiera
en tirano o rey. Para que nadie se sintiera tentado, Clístines adoptó el
ostracismo como método de disuasión, claro que como todos sabéis no fueron pocos los que terminaron abandonando obligatoriamente Atenas.



Poco a poco, con el paso de las décadas
las reformas basadas en Clístenes continuaron, y aunque los cambios
eran pausados cada uno de ellos servía para hacer a los ciudadanos más
partícipes del gobierno.



Esquema que representa las instituciones democráticas de Atenas.
Esquema que representa las instituciones democráticas de Atenas. Autor Daniel Gómez Valle.
Después de las guerras médicas, Atenas
sufre un auge rapidísimo con el que se convierte en el estado más
importante de la Hélade. Las tasas e impuestos cobrados a otras ciudades
estado son un ingreso constante que embellecen la ciudad y pagan a los
magistrados y puestos “funcionarios”. Con Efialtes y Pericles la
corriente continua, pero al ser derrotados por Esparta y sus aliados la
situación se vuelve más precaria y la institución democrática pierde
empuje.



La institución languideció hasta que
fue finalmente absorbida por Roma, pero sentó unas bases para el futuro,
que, de momento parece ser la forma de gobierno más justa. Ahora vamos a
ver cómo eran las herramientas que tenía el pueblo para gobernarse a sí mismos en Atenas.



Los atenienses eran ciudadanos de pleno
derecho a partir de los 20 años, edad en la que pueden integrarse en el
ejército y la asamblea. Aunque realmente los cargos en el gobierno estaban disponibles a partir de los 30 años.
Aunque era un sistema avanzado para su tiempo, no todo el mundo podía
ni votar ni participar en la vida política. Mujeres, esclavos, metecos
(libertos) no podían ejercer sus derechos como personas y habitantes de
la ciudad.



La mayoría de los cargos no eran electos, exceptuando algunos como el de arconte o estrategos. La elección era por sorteo,
y durante su ocupación, el cargo era investigado y evaluado por la
asamblea del tribunal, evitando que cualquier persona no cualificada
permaneciera en el puesto. Además el ostracismo evitaba en gran medida
la corrupción.



Los proyectos de ley eran propuestos
por los cargos elegidos por sorteo, que debían ser aprobados por la
asamblea (pueblo). Pero también cualquier ciudadano podía proponer una
ley en la asamblea directamente, la votación por aclamación daría el
resultado definitivo para el proyecto.



Otra de las instituciones más
importantes eran los tribunales, encargados de administrar justicia
separada de la propia asamblea. Efectivamente, nos encontramos ante la
separación de poderes para asegurar la imparcialidad en las decisiones
sobre la justicia. Los tribunales estaban conformados por 6.000
ciudadanos mayores de treinta años. Y también pasaban un examen para
determinar su capacidad, antes y después del cargo.




Interesante video que explica las diferencias entre la democracia ateniense y el sistema actual.


Existían otras magistraturas que se
dedicaban a regular y controlar las principales (tribunal y asamblea) y
también de organizar las fiestas religiosas y eventos deportivos. Por lo
tanto estamos ante la definición del gobierno del pueblo
por antonomasia, un sistema donde es el propio pueblo quien propone las
leyes y las aprueba o deniega. Un sistema exento de partidos políticos
que velan por sus propios intereses y que se olvida del programa
electoral una vez elegido. Por supuesto no era un sistema perfecto,
tenía sus taras y sus recovecos legales. Pero a grandes rasgos no se me
ocurre un sistema más justo y participativo para el pueblo y más
teniendo en cuenta que hablamos de la edad antigua.



Podéis pensar que actualmente un
ciudadano/a actual no se comprometería a la vida política. Pero pensad
que durante dos veces en tu vida tuvieras la oportunidad real de aportar
algo a tu ciudad o país en forma de ley y encima cobrando del estado.
Creo que no es disparatado pensar en ello. Evidentemente con el sufragio
universal y reconocimiento de los derechos humanos hemos dado pasos de
gigante, pero a veces, mirar hacia atrás y comprobar que las cosas se
pueden hacer mejor combinando lo antiguo con la moral nueva podría dar
buenos resultados.



Lamentablemente el mundo antiguo estaba
en continua agitación y el declive de Atenas después de la guerra del
Peloponeso y el desastre de Sicilia fue degradando un estado cada vez
más inestable. La puntilla la puso Roma con su expansión por el
Mediterráneo, era tiempo para el futuro imperio que no nos trajo
democracia, pero como todos sabéis nos aportó las bases para lo que hoy
es occidente y nuestra cultura. Pero eso como también sabéis, es otra
historia.



Bibliografía y fuentes:


Tucídides, La guerra del Peloponeso.


Aristóteles, Ética a Nicomaco.


Benita Benéites, La ciudadanía en la democracia ateniense.







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Acerca de Rober

Me
llamo Roberto y nací en el año 1979 en Madrid. Apasionado de la
historia desde siempre, mi única intención es que compartamos y
divulguemos en este espacio cada pedacito de la antigüedad que tanto nos
gusta. Me encantaría que recorrieras conmigo este periodo. ¿Te
apuntas?, pues bienvenido a Historia o leyenda.







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6 Comentarios en “Democracia en Atenas



  • Antonio
    Disculpa
    Rober los metecos ¿eran los extranjeros e hijos de extranjeros que
    nacieran en Atenas, aunque llevaran varias generaciones en la propia
    ciudad?




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  • Alf
    Buen
    trabajo, aunque hablar de democracia, o como pones, “…gobierno del
    pueblo por antonomasia…” me parece cuando menos osado teniendo en cuenta
    que en los tiempos de máximo esplendor de Atenas con Pericles, por
    ejemplo, habría 20.000 ciudadanos de pleno derecho (todos hombres) que
    vivían sobre 1 millón de esclavos, muchos en las minas de plata


    Imagino que a los que alaban la democracia ateniense no se les ocurre
    pensar que de pervivir así seríamos esclavos, básicamente por leyes de
    probabilidad


    Eso no es democracia no tiene nada absolutamente que ver con lo que
    llamamos ahora con ese nombre. Se parece como un tomate a una piedra, es
    redondo, pero poco más


    Saludos




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    • Rober Autor
      ¡Hola Alfredo!


      Cuando digo que es el gobierno del pueblo por antonomasia, me refiero
      a que es el propio pueblo (mejor dicho, quien era considerado pueblo)
      quien dicta las leyes, no un representante que luego puede hacer lo que
      le de la gana. Efectivamente, como digo en el artículo no era un sistema
      perfecto, pues la moral en la antigüedad tenía un baremo muy distinto
      al de hoy en día.


      En su máximo esplendor podemos hablar de más de 60.000 ciudadanos
      atenienses, contando con los distritos que no eran urbanos. Es cierto
      que a las asambleas acudían casi siempre los urbanitas y poco más, pero
      cualquier ciudadano era libre de acudir. Si hoy perviviera la democracia
      ateniense se supone que el problema del esclavismo no existiría,
      simplemente porque en nuestra sociedad no existe. Probablemente no
      funcionaría por otras razones, como el compromiso del ciudadano y
      siempre habría algún resquicio legal para amparar la corrupción, pero
      realmente sólo quería describir levemente las diferencias entre la
      primera democracia y la monarquía parlamentaria/representativa que
      tenemos hoy en día.


      No está en mi mano juzgar cual es mejor o no, ya sabes que me limito a
      divulgar. Las conclusiones las dejo al libre albedrío, considero que
      tengo unos lectores inteligentes para hacerlo, pero también es cierto
      que actualmente se nos llena la boca con la palabra democracia sin saber
      realmente en lo que consistía la original.

      Como siempre agradezco tu comentario y fidelidad al blog Alfredo. Te envío un fuerte abrazo.




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      • Alf
        Gracias
        por tu respuesta, Rober. Relamente el comentario no lo he puesto por
        tí, de los que todos aprendemos, sino porque me parecía importante
        puntualizar en qué consistía la “democracia” ateniense de la que muchos
        hablan si saber de qué

        Abrazos y no me pierdo una, no, jeje




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        • Rober Autor
          Hola de nuevo Alfredo.


          Estoy de acuerdo contigo, es cierto que mucha gente tiende a
          idealizar sistemas de gobierno de los que sólo se quedan con la “parte
          buena” y obvian los contras del sistema. Muchas veces se olvida que en
          la antigua Grecia no todo era ideal, ni mucho menos, si nacías como
          hombre libre tenías la oportunidad de prosperar, pero pobre de ti si
          nacías mujer o hijo de esclavos o metecos (libertos).


          Aprovecho para agradecerte tu continua participación en el blog,
          gente como tú sois el “genius” de Historia o leyenda. Un abrazo.




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