lunes, 21 de noviembre de 2016

Antiguo Testamento | Iglesia Catolica

Antiguo Testamento | Iglesia Catolica





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Antiguo Testamento



El Antiguo Testamento, para la mayoría de los grupos cristianos, es la primera parte de las Biblias cristianas. Abarca elPentateuco, y otras series de libros históricos, sapienciales y proféticos.


En términos generales, no existe un consenso general entre los
diferentes grupos de cristianos sobre si el canon del Antiguo Testamento
debe corresponder al de la Biblia griega, con
deuterocanónicos, que es lo que plantean las iglesias cristianas
ortodoxas y católica romana a través de su historia, o al del Tanaj hebreo,
que es lo que plantean los Protestantes y los judíos. Sin embargo, el
orden, nombres y particiones de los libros del Antiguo Testamento de las
Biblias cristianas, a través de la historia, siguen la usanza griega y
no la hebrea. Y, de la misma forma, varía del judaísmo en la
interpretación y énfasis. (Véase, por ejemplo, Isaías 7:14.) Aparte de
los libros propios del texto griego de la Biblia, el canon de la iglesia
ortodoxa de Etiopía admite otros libros, como el Libro de Enoc y el
Libro de los Jubileos.


Las denominaciones de Biblia y de Antiguo Testamento (que presupone la existencia de un Nuevo Testamento) nunca fueron usadas por los judíos de habla [idioma hebreo|hebrea], y tampoco por algunas confesiones cristianas.


Los judíos dividen los libros del Tanaj en tres distintos grupos: Torá (la Ley), Nebiim (los Profetas) y Ketubim (los Hagiógrafos).





LOS LIBROS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
El
Antiguo Testamento tiene libros de distinto carácter, pudiendo
clasificarse en Históricos, Proféticos y Sapienciales, aunque en algunos
libros se entremezclan dichos caracteres.
LIBROS HISTÓRICOS
Los Primeros cinco son llamados el Pentateuco: Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
GENESIS: Lo primero que aprendimos en el Catecismo para prepararnos a la Primera Comunión, es el relato de la Creación con la caída de nuestros primeros padres y la promesa del Salvador. Todo
eso está en los primeros 11 capítulos de este libro, pero es
importantísimo tener en cuenta de que no se trata de una historia en el
sentido moderno de la palabra, ya que no es la descripción de hechos
históricos. Son relatos alegóricos, comparaciones (como las Parábolas de
Jesucristo) que encierran verdades religiosas de gran profundidad. Los
personajes Adán, Eva, Noé, etc. representan en realidad a los hombres de
ayer y de hoy.
El
propósito de estos capítulos es enseñarnos el sentido de la historia y
del mundo en que vivimos. El Universo, ¿de dónde, para qué? ¿Qué es el
hombre? ¿Porqué la muerte? ¿Qué es el pecado? ¿Quién es Dios?
El
Génesis no tuvo un solo autor sagrado sino varios que recogieron textos
más antiguos de los Babilonios pero les dieron un sentido nuevo para
que expresaran los designios de Dios sobre la Creación.
Tomar
en sentido literal estos relatos lleva a muchos a un conflicto indebido
entre Fe y Ciencia, ampliamente aprovechado por los maestros de la
escuela laica para apartar a sus alumnos de la Iglesia.
A
partir del capítulo 12, el Génesis nos pone ya en contacto con
personajes de carne y hueso, como el Patriarca Abraham. Podemos decir
que se trata de historia aunque con las reservas del estilo usado en
aquellos tiempos. Es el nacimiento del Pueblo de Dios y de la Alianza
que Dios hace con los hombres.
EXODO: El libro del Exodo es el corazón del Antiguo Testamento. Nos relata la salida del Pueblo de Israel de Egipto, liberado de la esclavitud por “el brazo fuerte de Dios”.Cinco
siglos han pasado desde los tiempos de Abraham e Israel se ha asentado
para sobrevivir en el fecundo delta del río Nilo, donde ha prosperado.
En tiempos del Faraón Ramsés II, son oprimidos y explotados cruelmente.
Dios escucha sus gemidos y los libera suscitando un gran líder: Moisés.
La
liberación, el éxodo relatado en este libro, se realiza la noche de la
primera Pascua, que sigue siendo la celebración litúrgico más importante
tanto de judíos como de cristianos.
El
texto está formado por varias versiones antiguas y aunque tienen gran
valor histórico, contienen ampliaciones de tipo poético o exageraciones
de tinte épico. lmportantísimo es el capítulo 20, en donde se relata la
proclamación de la Ley de Dios, LOS DIEZ MANDAMIENTOS, en el monte
Sinaí. Dios, además de liberar a su Pueblo de la esclavitud de Egipto,
lo libera con su ley de la peor de las esclavitudes: el pecado.
LEVITICO: Tanto
la Sagrada Familia como el mismo Jesucristo, vivieron y cumplieron “la
ley de Moisés”. Israel es un pueblo con una religión muy bien
organizada, con autoridades religiosas, fiestas e ideas muy precisas de
lo que agrada a Dios.
La mayoría de las leyes de la Biblia están en el Levítico, los Números y el Deuteronomio, Al Levítico se le nombró así porque contiene las Leyes que los sacerdotes de la tribu de Leví debían conocer, practicar y enseñar y contiene tres partes:
Ley de los Sacrificios: capítulos 1 al 8


Ley referente a lo puro y lo impuro: 11 al 15


Ley de la santidad: 17 al 23.
San Pablo nos enseña cómo la Ley era propia de la cultura judía y no se debía imponer a los paganos que se convertían a Cristo.
NUMEROS: Este libro toma su nombre porque empieza por las cifras de un censo del pueblo hebreo. Para
él vale lo que se dijo para el Levítico: los censos, sucesos y
declaraciones de Yahvé a Moisés son solamente una manera de presentar
las leyes que reunieron o redactaron los sacerdotes después de él.
Los
capítulos 11 al 14 y 20 al 25 conservan tradiciones y recuerdos muy
antiguos referentes al tiempo del desierto, completando lo leído en
Exodo.
DEUTERONOMIO: Este
libro fue redactado en el siglo VII antes de Cristo, más de 500 años
después del encuentro de Moisés con Dios. Israel ha sufrido muchos
reveses y la ley había sido olvidada en el templo durante la persecución
de Manasés. Fue redescubierta en 622 A.C. y originó la reforma de
Josías.
Los
autores del Deuteronomio ponen en boca de Moisés los discursos que
ellos mismos dirigían al pueblo y le atribuyen las advertencias y las
leyes que lo podían salvar.Recoge la predicación de los profetas referente a la justicia y al amor. Es el primer esfuerzo que se haya hecho en el mundo para crear una sociedad solidaria y fraternal.
JOSUE: Moisés
condujo a los Israelitas hasta las llanuras de Moab, al otro lado del
Jordán. A pesar de la recia dirección de Moisés, Israel no era todavía
una nación organizada: era el agrupamiento de varias tribus o familias
unidas en una común aventura. Será Josué, después de la muerte de
Moisés, el líder que condujo al pueblo a la Tierra Prometida
instalándose muchas veces pacíficamente entre las ciudades fortificadas
de los cananeos. Vivieron al lado de agricultores y pastores y se
relacionaron con ellos, adoptando en muchos casos sus costumbres y hasta
sus dioses, corriendo el peligro de desaparecer como pueblo.
Los
que salvaron a Israel de la desaparición, fueron un grupo de valientes
que con Josué a la cabeza, decidieron conquistar las ciudades de Canaán,
conquista que consumaría dos siglos más tarde el rey David.
El
libro fue redactado por los profetas en el siglo VII antes de Cristo,
cinco siglos después de Josué, reuniendo documentos sin el propósito de
narrar una historia exacta y completa.
JUECES: Este libro narra los problemas de Israel para instalarse en la tierra de Canaán,
dejando de ser solamente pastores itinerantes para convertirse en
agricultores. Se destaca sobre todo la tentación de la idolatría,
rodeados como estaban de cananeos paganos, entregados al culto de los
Baales con ritos de prostitución sagrada, todo ello muy atractivo.
Surgen
entonces hombre llamados Sofetim, que quiere decir Jueces y Jefes,
aunque nunca se sentaron en un tribunal. En medio de las crueldades de
asesinar a un rey enemigo o guerrear contra los filisteos, Israel vio en
ellos a sus salvadores e instrumentos de la justicia de Dios.
Las
hazañas de los Jueces, fueron motivo de alegría para aquellos que las
relataban y las transformaron poco a poco en leyendas. La secuencia de
los acontecimientos es la siguiente:
– Los israelitas se apartan de Yahvé y caen en la idolatría.


– Por eso, Dios los entrega en manos de sus enemigos.


– Los israelitas reconocen sus errores y claman a Yahvé.


– Dios responde en la persona de un libertador.
SAMUEL: El libro de Samuel está dividido en la Biblia en dos y nos descubre la obra de Dios en el corazón de los hombres y la manera como estocooperan al reino de Dios.Con
serenidad se narran tanto las hazañas como las faltas de David, que
siendo débil en algún momento, es sin embargo, modelo de creyente. La
profecía de Natán será decisiva para el porvenir: el reinado de David en
Jerusalén y Palestina, desembocará en el Reino universal de Dios: Jesucristo, Hijo de David, es el Rey del Universo.
REYES:
David tomó Jerusalén 1000 años antes de Cristo y a la muerte de su hijo
Salomón, el Pueblo de Dios, en 932, se dividirá. El reino del norte,
llamado de Israel, durará tan solo dos siglos mientras que el sur, Judá,
durará hasta 587, año de la destrucción de Jerusalén, del Templo y del
Destierro a Babilonia por Nabucodonosor. Abarca el libro cuatro siglos
en total.
Es
un tiempo muy importante porque surgen los grandes Profetas, Isaías,
Jeremías, etc. y un grupo de profetas que narran gran parte de la
historia del Pueblo de Dios. Los capítulos referentes a Elías y Eliseo
forman un conjunto aparte.
CRONICAS: El
autor de las Crónicas quiso demostrar que el porvenir del pueblo judío
dependía de la fidelidad a la Ley de Moisés y a las prescripciones del
culto. Repite lo que ya estaba relatado en Samuel y los Reyes acerca del
pueblo de Judá, haciendo a un lado totalmente lo acontecido en el reino
de Israel.
El provecho que el creyente puede sacar de este libro un tanto aburrido es la certeza de que lo importante es cumplir la voluntad de Dios: lo demás vendrá como regalo suyo.
ESDRAS Y NEHEMIAS: Cuando
Nabucodonosor invadió Palestina, se llevó a Babilonia secuestrados a
los principales de los judíos el año 587. El destierro en Babilonia duró
hasta 538, pero no toda la población fue desterrada: quedaron en
Palestina pequeños agricultores sin jefes ni responsables espirituales.
La nación desapareció prácticamente pero resurgió gracias a los
desterrados que volvieron liberados por el persa Ciro en 538 y se
organizaron bajo la dirección de Esdras y Nehernías.
El
peligro al regresar era que al encontrarse entre extranjeros y judíos
poco conscientes de su misión, se perdiera el entusiasmo. Esdras y
Nehemías los mantuvieron unidos entre sí sobretodo entorno a la obra
bíblica reuniendo por primera vez todos los libros sagrados y hacerlos
la base de la religión. Esdras dió los rasgos propios a la comunidad
manteniéndolos apartados de los gentiles como un pueblo consagrado a
Dios.
MACABEOS: Después
de Esdras y Nehemías, bajo el imperio Persa los israelitas pudieron
vivir en paz y establecer sus comunidades comerciales por todo el
Mediterráneo. Pero cuando Alejandro Magno se adueñó de todo el mundo
conocido, la cultura griega fue impuesta por sus sucesores. Los Tolomeos
fueron condescendieses con la religión y costumbres de los israelitas,
pero en el año 197 A.C. Los Antíocos desataron una feroz persecución.
Fue cuando surgieron los Macabeos que preferían la muerte antes que
renegar del Dios de sus padres. Estos dos libros, nos relatan las
hazañas de los cinco hermanos Macabeos entre los años 170 al 130 a.C.
LIBROS PROFETICOS
En el Pueblo elegido se produjo un fenómeno único: Dios
habla al hombre por medio de los profetas, para educarlo en la Fe,
orientarlo a su plenitud, corregir sus desviaciones, preparar la venida
del Hijo de Dios.
ISAIAS: El
más grande de los Profetas es sin duda Isaías, no tan solo por la
extensión de sus escritos, sino por el mensaje que entrega y la belleza
incomparable de sus poemas.
Isaías
vivió siete siglos antes de Cristo, cuando Israel se vió envuelto en
las guerras entre Asur y Egipto. Por los años 701 – 691, Senaquerib, rey
de Asur, viene a someter a Judá. El rey Ezequías, animado por Isaías,
le resiste y sucede la célebre liberación milagrosa de Jerusalén.
No todo el libro de Isaías fue escrito directamente por él, ya que fue completado por sus discípulos siglo y medio más tarde.
De
importancia excepcional en este libro son la profecía del Mesías nacido
de una Virgen y el poema del Siervo de Yahvé, que rompe con los
esquemas mentales que los judíos tenían de un Mesías guerrero y
liberador de imperios temporales.
JEREMIAS: Un
muchacho de Anatot, llamado Jeremías, recibe de Dios el llamado en 626
a.C. de profetizar no tan solo a Israel, sino a todas las naciones. Y no
tan solo para predicar, sino para “arrancar y destruir, edificar y
plantar”. Se trata de acelerar la historia, apresurar la venida de
Jesucristo.
En
algunas versiones Bíblicas aparecen las “Lamentaciones de Jeremías”
como un libro aparte y es por eso que los libros de la Biblia pueden ser
72 o 73.
EZEQUIEL: Las palabras duras que Ezequiel pone en boca de Dios, no deben hacernos olvidar otras páginas de la Biblia en que Dios nos habla con cariño. Un verdadero padre, también debe corregir y castigar al hijo que se ha portado mal. Así sucedió con el Pueblo de Israel.
Ezequiel
es un joven sacerdote que fue deportado en 598 y anunciando la
destrucción de naciones extranjeras, profetiza el retorno de Israel a
Jerusalén porque Dios no quiere que su Pueblo desaparezca.
OSEAS: El
amor de Dios por la humanidad es expresado en el libro de Oseas
comparándolo con el amor conyugal. Y así como el Profeta sufre en carne
propia las infidelidades de su esposa y es obligado a perdonar, Dios perdona los desvaríos de su Pueblo y perdona una y otra vez.
En el capítulo 14 se abre una esperanza para el futuro.
JOEL: Los
Profetas saben que lo que pasa es providencia divina y ante la
devastación de una plaga de langostas, Yahvé hace oír su voz. Joel es quien anuncia el día de Pentecostés.
AMOS: Ocho siglos antes de Cristo, Amós un humilde pastor es enviado por Dios a denunciar la injusticia social reinante: mientras algunos nadan en la riqueza, el pueblo padece miseria. Amós nos revela a un Dios que defiende el derecho de los pobres.
ABDIAS: Escrito probablemente entre el año 500 a.C. y antes de la conquista de Edom en el año 312. Sus poemas están llenos de gritos de venganza que en el fondo demuestran su fe en la justicia de Dios.
JONAS: El
autor del libro de Jonás bien merece el título de Profeta, ya que en
este relato no histórico sino semejante a las parábolas de Jesucristo,
habla de verdades que olvidaban los de su tiempo. No critica a los
idólatras sino más bien a los judíos que encerrados en su nacionalismo,
olvidaban que Yahvé es Dios para todos los hombres del mundo.
MIQUEAS: Es contemporáneo de Isaías pero es hombre
de campo al que Dios llamó y le dio “fuerza, justicia y valentía” para
denunciar los pecados de Israel y anunciar la prosperidad de Jerusalén
en tiempos futuros
.
NAHUM: Nahúm
es un Profeta patriótico y además poeta. Vivió cuando el Imperio Asirio
se desmoronaba. Muchos pueblos los odiaban, entre ellos los Judíos,
cuando en 612 a.C. los Medos y los Babilonios destruyeron Nínive,
capital de los Asirios. Nahúm nos dice que Dios es quien gobierna la historia de los pueblos.
HABACUC: Es el Profeta que se atreve a pedirle cuentas a Dios, Su justicia no se ve clara: de una opresión, Israel pasa a otra peor. Yahvé nos pide solamente que nos mantengamos fieles.
SOFONIAS: Por el año 630, Sofonías habla para decir que la paciencia de Yahvé no soporta más y va a destruir a Jerusalén. Pero también anuncia que Dios va a formar un “pueblo de pobres” en medio de los cuales vivirá.
AGEO:
Encabeza a los Profetas posteriores al destierro. Habiendo pasado la
prueba, la comunidad judía debe reconstruir antes que nada el Templo. La madurez del pueblo se dará en la fidelidad a la Ley y al culto.
ZACARIAS: Participa como Ageo en la “restauración” del pueblo y del Templo 520 a.C. El Templo es un símbolo: un tiempo nuevo ha empezado y hay que preparar el Día de Yahvé.
MALAQUIAS: Interviene para corregir varias costumbres malas de la comunidad. Yahvé discute con los razonadores que le piden cuentas y no reconocen su amor.
DANIEL: Fue
costumbre en dos siglos anteriores a Cristo, hablar de los hechos que
estaban sucediendo como si Dios los hubiera dado a conocer en tiempos
anteriores. Es el caso del libro de Daniel que en realidad fue escrito
en tiempo de los Macabeos durante la persecusión de Antíoco Epifanes. El mensaje puede resumiese así:
– La gran persecución contra los judíos hace parte del plan de salvación.


– No conseguirán destruir al pueblo creyente.


– Después de la persecución vendrá el Reino dé Dios.
Es
una ficción literaria en donde por medio de visiones, números
misteriosos, colores simbólicos, etc., (estilo apocalíptico) se afirma
que el plan de Dios se está cumpliendo.
Muy importante es el pasaje en que el texto habla del Hijo del Hombre (7,9-14), título que Jesús se aplica en varias ocasiones. Se afirma igualmente la resurrección de los muertos (1 2,1-3) y en 9,21-27 hay
una profecía que se ha prestado para especular acerca del fin del
mundo, pero que en realidad está relatando los hechos sucedidos entre
587 y 171 a.C. Es inútil. manipular las crifras para calcular el fin del mundo que ni el mismo Cristo quiso revelar.
LIBROS SAPIENCIALES
JOB: Como
en el caso de Jonás, Job es un personaje no histórico. El autor aborda
uno de los interrogantes más preocupantes de la humanidad: el mal.
Reducido Job a la más terrible de las miserias, este bellísimo poema nos lleva a reflexionar sobre lo insatisfactoria que es la vida del hombre.
Job clama a Dios con toda su fuerza y la respuesta de Dios no deja de ser asombrosa.
PROVERBIOS: Todos
los pueblos, de cualquier tiempo, han tenido hombres que reflexionan
sobre las cosas de la vida: la riqueza, la fortuna, la conducta de los
hombres, etc. En Israel, en tiempos de Salomón, se desarrolló la
literatura sapiencial y surgió el libro de los Proverbios. Es Palabra de
Dios, como los libros proféticos, pero de otro tipo. la mayor parte del
libro es muy antigua, pero se extiende hasta el siglo II a.C. Es
célebre el capítulo 8.
ECLESIASTES: El
autor de este curioso libro vivió probablemente entre los siglos IV y
III a.C. y toma el seudónimo de “Eclesiastés” personificándolo como el
Rey Salomón, notable por su sabiduría. El tono un tanto pesimista
resalta las deficiencias y limitaciones del ser humano, invitándolo a
vivir plenamente el día presente y dejando el resto en manos de Dios.
CANTAR DE LOS CANTARES: Una
pareja de enamorados dialoga como en un sueño lleno de figuras
sensuales sin mencionar siquiera a Dios y sin embargo este libro es
parte de la Biblia. El amor humano no era cantado así en las culturas de
oriente. El Cantar nos entrega el mensaje religioso de toda la Biblia,
que es la búsqueda del amor. Todo amor verdadero viene de Dios y es algo de Dios.
RUTH: Esta
encantadora novela nos entrega una tradición muy antigua que afirmaba
que entre los antepasados de David, había una mujer extranjera, moabita.
Nos relata la cultura sencilla de los campesinos y abre el nacionalismo
celoso propiciado por Esdras, al aceptar a una extranjera en la
comunidad de Dios.
ESTER: Las
novelas reflejan con personajes ficticios, situaciones históricas,
angustias o logros, modos de pensar en un momento dado. Es lo que sucede
con Ester: habían muchos Judíos en países extranjeros, lejos del
templo, siempre en peligro, discriminados y perseguidos, sostenidos en
la fe tan solo por la Palabra de Dios. Gracias a la intervención de
Mardoqueo y Ester, el pueblo judío es salvado del exterminio.
TOBIAS: Como
el libro de Ester, Tobías es una novela bellísima que nos deja ver
muchas de las costumbres y virtudes, no exentas de peligro, del pueblo
de Israel. Valores como la fidelidad a Dios, la familia, honestidad,
paciencia en las penas, confianza en Dios, etc… se entretejen hacia un
final feliz.
JUDIT, Cuando el pueblo fuera fiel a la Ley, Dios lo defendería de sus enemigos (Gén.12,2-3). En esta novela, Dios suscita a una mujer, Judit, para que con tanta astucia como heroísmo, libere a Israel del peligro que lo amenazaba.
BARUC: Es
de los últimos libros escritos antes de Cristo en una de esas
comunidades judías que vivían fuera de Palestina, Como tiene algunos
párrafos al estilo de Jeremías, se le atribuyó falsamente a su
secretario Baruc.
SABIDURIA: la
cultura griega había llegado a Palestina a partir de Alejandro Magno, y
el Pueblo de Dios, sin renunciar a la Revelación, tiene que presentarla
de una manera nueva, dando una respuesta a la angustiosa cuestión del
mal, del dolor y de la muerte. Habla de la existencia de Dios (cap. 13) inspirando a San Pablo. Fue escrito en Egipto entre 80 y 50 a.C.
SIRACIDES: También
llamado “Eclesiástico”, fue escrito dos siglos antes de Cristo por
Jesús-Ben-Sirá (hijo de Sirá) y muestra una síntesis de las tradiciones y
enseñanzas de los sabios de Israel. Era necesario rescatar a sus
contemporáneos que atraídos por la cultura griega, consideraban
anticuada a la religión judía.
Ningún
pueblo aparte de Israel, tiene la”sabiduría” venida de Dios. La Ley de
Dios lleva a una vida personal y social más humana, más inteligente y
responsable.
SALMOS: ¡Cuánto
se ha escrito acerca de esta colección de 150 oraciones inspiradas, de
gran contenido poético! Tanto Israel como la Iglesia han orado por más
de 3000 años con el Salterio que contiene himnos, acciones de gracias,
súplicas colectivas o individuales o lamentaciones.
Escritos
por varios autores (algunos salmos se atribuyen al Rey David), en
circunstancias diversas del Pueblo de Dios, no siempre es fácil su
comprensión o rezar con ellos, pero siempre encontraremos el modo de
orar aplicándolos a nuestras propias vidas y vicisitudes.
“En los Libros Sagrados, el Padre que está en el Cielo sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos”.
Deí Verbum

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Monseñor Romero

de los Pobres de América.
CARMELITAS TERESIANOS DE LA DIVINA MISERICORDIA
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Católico al Día
Evangelio: Lucas 19,1-10
Homilía para hoy: Lucas 19,1-10
Meditación Dominical: Mt 25,31-46
Punto de Vista: La Nueva Era 5: La magia
Un pensamiento:
El camino de nuestra santificación
personal pasa, cotidianamente, por la Cruz: no es desgraciado este
camino, porque Cristo mismo nos ayuda y con Él no cabe la tristeza.
San Josemaría Escrivá de Balaguer
Sabías que...
El incienso es una sustancia granulada o
gomorresina extraída generalmente de los árboles que cuando es quemada
emite un humo con olor aromático. Colocado en un incensario, es
utilizado en las celebraciones litúrgicas por sus diversos significados.
:)

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